Las mascarillas se utilizan para filtrar aire inhalado y/o exhalado y protegernos de partículas, agentes patógenos y otras sustancias que pueden ser nocivas para la salud. Es importante elegir bien el tipo de mascarilla para que sea efectiva y seguir al pie de la letra las instrucciones de uso.
Además, para evitar el contagio de enfermedades, se recomienda combinar el uso de mascarillas con otras medidas de higiene básicas. Por ejemplo el lavado frecuente de las manos con agua y jabón, o el uso de geles desinfectantes a base de alcohol.
También son útiles en el caso de alergias, ya que previenen la entrada de polen y otros alérgenos en el sistema respiratorio.
Tipos de mascarillas
- Mascarillas quirúrgicas: filtran el aire que exhalamos, hacia un paciente o persona de nuestra alrededor. También evita que gotas grandes de líquido (por ejemplo saliva) entren en contacto con ellos. Las mascarillas quirúrgicas no protegen del aire que inhalamos y no son adecuadas para su uso casero o en comunidades para prevenir resfriados o alergias.
- Mascarillas de protección respiratoria: filtran el aire que inhalamos del exterior. Retienen agentes patógenos (virus, bacterias, esporas), partículas (hollín, ceniza) y alérgenos (polen, ácaros). En la Unión Europea hay tres tipos de mascarillas homologadas (FFP: Filtering FacePiece), como la FFP1, FFP2 y la FFP3. La N95 también es muy conocida, y sigue la homologación americana NIOSH.
Las más adecuadas para prevenir el contagio ante un brote de virus (o bacterias) son las mascarillas de protección respiratoria. Especialmente las denominadas FFP3 y las N95.
Cómo se usa una mascarilla
- Lávate las manos con agua y jabón o bien con un desinfectante a base de alcohol.
- Cámbiate de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilices las mascarillas de un solo uso.
- Cúbrete la boca y la nariz con la mascarilla asegurándote de que no hay espacios entre tu cara y la mascarilla.
- Evita tocar la mascarilla mientras la usas. Si lo haces, lávate las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cuando sea el momento de quitártela hazlo por detrás, sin tocar la parte delantera y deséchala inmediatamente en un recipiente cerrado. Lávate las manos a continuación.
A parte de utilizar una mascarilla, lo mejor para prevenir las infecciones, ya sean víricas o bacterianas, es seguir unas correctas medidas de higiene.
Por ejemplo, lavarse las manos de forma frecuente con agua y jabón, evitar tocarse la boza, nariz y ojos con las manos sucias, estornudar o toser en pañuelos desechables, etc.
Si usas un gel hidroalcohólico aplícalo en toda la superficie cutánea haciendo hincapié también en los pliegues y entre los dedos.